Para 6-8 personas
400 g de uvas
espinas frescas o congeladas
500 ml de agua
2 yemas de huevo
225 g de azúcar
moreno
250 ml de leche
250 ml de crema
de leche
esencia de
vainilla al gusto
Mezclar en un cazo mediano las uvas espinas con el agua y 60 g del
azúcar total. Poner al fuego lento, tapar y dejar que se ablande. Cada poco remover
bien la mezcla para que el azúcar se disuelva completamente.
Retirar del fuego y dejar enfriar. Una vez fría, reducir las frutas a
puré en una batidora eléctrica. Pasar el puré resultante por un tamiz de malla
fina presionando firmemente con una cuchara de madera a fin de que pase bien,
pero las semillas y la piel queden separadas.
En un cuenco de acero inoxidable, batir el resto del azúcar y las
yemas de huevo hasta que estén bien espumosas. En un cazo pequeño, escaldar la
leche y verter sobre los huevos.
Colocar el cuenco sobre una olla con agua hirviendo y remover muy
lentamente hasta que la crema se empiece a espesar ligera-mente. Retirar del
fuego, mezclar con el puré de frutas, la crema de leche y la vainilla.
Si se utiliza heladora eléctrica, seguir las instrucciones. Si se usa
congelador, echar la mezcla en varias cubiteras sin divisiones, taparla y
ponerla en el congelador hasta que esté firme, de 3 a 6 horas. Batir de 2 a 3
veces durante el proceso con un tenedor. Es conveniente conservar el helado en
un recipiente cerrado.
39. Helados