1 pato de unos 2 kg., desviscerado
1 cda de miel.
1 1/2 cdas de salsa de soja
1 trozo de pepino de 20 cm.
5 cebolletas
Crepés mandarines
Para la salsa
6 cdas de pasta de soja
3 cdas de salsa china de ciruelas, «chutney» de ciruelas.
3 cdas de azúcar
2 cdas de aceite de sésamo
Se vierte lentamente 1 litro de
agua hirviendo sobre el pato, hasta que la piel se ponga casi blanca.
Se limpia el pato con papel de
cocina y se le deja secar en lugar aireado durante 4-5 horas o toda una noche.
Se calienta el horno a 200º C.
Cuando está caliente, se pone el pato sobre una rejilla metálica en la fuente
para asar. Se asa durante 1 hora, cuidando de no abrir el horno mientras se
está asando el pato.
Se mezclan la miel, la salsa de
soja y 2 tacitas de agua. Se saca el pato del horno y se unta con la mezcla
anterior.
Se vuelve a meter en el horno
durante 15’. Se cortan las cebolla-tas en palitos como cerillas de 5-7 cm. Se
corta el pepino en trozos de igual largo pero más gruesos. Se coloca el pepino
y la cebolleta en platitos aparte.
En un cazo a fuego lento se mezclan
los ingredientes de la salsa hasta que estén bien ligados y se vierte en un
cuenco. Se le quita la piel al pato tirando de ella con el pulgar y un cuchillo
y se pone en una fuente. Se corta la carne y se ponen los bocados en otra
fuente.
Se sirven al mismo tiempo la piel
crujiente, la carne, el pepino, las cebolletas, la salsa y los crepés.
El crepé mandarín se prepara igual
que en el caso anterior.
Con los huesos del pato, una vez
rotos y machacados se hace un caldo, en el que coceremos, por unos minutos,
unas hojas de col china, se toma al final de la comida.
03. Aves