Se puede trabajar en frió o en
caliente. Normalmente si no se dispone de batidor eléctrico (no triturador) se
hace en caliente y con las varillas. Si disponéis de batidor lo podéis hacer en
frío. Esta receta es ideal ya que no hace falta separar las claras de los
huevos. De nuevo si no disponéis de batidor y no lo queréis hacerlo en
caliente, separar las claras y montar por separado.
Para el bizcocho blanco:
5 huevos enteros
2 yemas
170 g de azúcar
Ralladura de medio limón
Una puntita de sal
130 g de harina
30 g de maicena
1 cdita de aceite
1 cda de leche
Para el bizcocho de chocolate:
5 huevos enteros
2 yemas
170 g de azúcar
La pulpa raspada de media ramita vainilla
1 cdita de aceite
1 cdade leche
30 g de caco en polvo
130 g de harina
Para las dos recetas se procede de
la misma manera:
Se ponen los huevos, las yemas, el
azúcar y la ralladura de limón o vainilla en un bool. O recipiente
suficientemente grande (tened en cuenta que al batirlo subirá mucho.) Batir con
la batidora hasta formar una espuma tres veces del tamaño original. Sabréis que
esta cuando las estrías de la batidora queden marcadas en la crema que se ha
formado. Para ello tenéis que ir moviendo el batidor haciendo círculos por esa
espuma.
Tamizar con un colador y sobre un
papel antiadherente la harina y la maicena o la harina con el cacao.
Ahora ir añadiendo poco a poco esta
mezcla tamizada sobre la crema espumosa.
Ojo, muy importante, no se debe
batir, si no mezclar de abajo arriba. Si batís con la harina se os bajará el
huevo y os saldrá una bizcocho gomoso.
Templar la leche con la cucharadita
de aceite y verterla poco a poco sobre la masa anterior, mezclado con la
espátula.
Lo ideal para cocer los biscochos,
son los aros sin fondo. De todas formas si no disponéis de ellos, es igual.
Untar un molde con aceite y espolvorear sobre este un poco de harina. Verter la
masa en este molde y cocer en el horno unos 30 minutos a 200ºC. No llenar el
molde más de la mitad, ya que tiene que subir. Para estar seguros de que el
bizcocho esta cocido hacer la prueba con un palillo o una brocheta. Pincháis en
el centro y si el palillo sale seco esta hecho, si sale húmedo dejarlo un poco
más. Si se os dora mucho la parte superior, tapar con un poco de papel de aluminio.
Para emborrachar la tarta:
2 cdas soperas de almíbar
1 cda sopera de Tía Maria
Hacer un almíbar ver el glosario.
Para la mousse de chocolate del relleno:
270 g de cobertura de chocolate
1/2 lt de nata para montar
4 yemas
75 g de azúcar
100 g de mermelada de albaricoque,
fresa o frambuesa.
Montar al baño maría las yemas con
el azúcar.
Fundir la cobertura de chocolate en
el mismo baño maría. Una vez fundido añadírselo alas yemas montadas con el
azúcar.
Ahora montamos las nata, no
demasiado, un puntito menos que montada del todo. Incorporar la nata a la
mezcla anterior, sin batir, removiendo y mezclando de abajo a arriba.
Montaje de la tarta:
Dividir el bizcocho en 3 o 4 capas.
Humedecer los trozos de biscocho
con el almíbar de Tía Maria. Esto se hace estupendamente si hacéis unos
agujeritos a al tapón de alguna botella de rosca o bien hacéis unas canaletas a
un corcho con el cual tapareis la botella que contenga el almíbar.
Primera capa, mus de chocolate
Segunda capa, la mermelada y el
resto de la mus de chocolate.
Tapar con la tercera capa
Meter al frigorífico.
Para que la tarta quede completa,
debería ir bañada de chocolate.
Esta tarea es un poco más difícil,
pero os lo voy a poner fácil:
450 g de azúcar
180 ml de agua
375 g de cobertura de chocolate
picada o desmenuzada.
Ponemos el azúcar a hervir con el
agua en un cazo a fuego lento.
Una vez que haya cocido, añadir la
cobertura de chocolate y sin dejar de mover, cocer (a fuego lento) hasta que
forme hilos gruesos. Eso será a una temperatura de unos 110º C.
Es importante que con un pincel
mojado en agua vayáis, dándole de vez en cuanto a los bordes de la mezcla ya
que si no se os formaran cristales de azúcar en esa borde.
Colocar la tarta montada sobre una
rejilla. El conjunto colocarlo sobre cuatro flaneras boca abajo, montadas sobre
una placa que recogerá la cobertura sobrante.
Bañar la tarta bien fría con esa
crema. Se llama Glaseado de Chocolate de Cocer.
Meter la tarta de nuevo a la nevera
y pasado una hora, estará lista para disfrutar de ella.